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Caldo de Huesos

  • vbclinicadental
  • 16 ene
  • 2 Min. de lectura

Seguramente no parás de ver recetas y de leer sobre los beneficios del caldo de huesos. Realmente el caldo de huesos es un plato tradicional que se prepara en todas las casas desde siempre, no deja de ser un caldo de esos de toda la vida hecho con mucho mimo.


El caldo de huesos es rico en minerales esenciales como calcio, magnesio, potasio y fósforo. Además, contiene colágeno y gelatina, que ayudan a mantener la elasticidad de la piel y el funcionamiento óptimo de nuestras articulaciones. En resumen, el caldo de huesos es un potente antiinflamatorio, que promueve la salud ósea, fortalece el sistema inmunitario, mejora la función cerebral, el estado de nuestra piel y mejora la salud intestinal.


La receta no puede ser más sencilla ya que se basa en meter todos los ingredientes en una olla grande y dejar que se cocine durante muchísimas horas, pudiendo llegar hasta las 24 horas si se utiliza ollas de cocción lenta (Crock-Pot).


Hoy os voy a enseñar una receta más rápida y realista para la mayoría de nosotros, puesto que el ritmo de vida actual no nos permite elaborar caldos de tantísimas horas. Tan solo necesitas una olla express y seleccionar muy bien los ingredientes para obtener un caldo concentrado que os prometo os va a fascinar y sentar de maravilla.


Ingredientes:

  • 2 carcasas de pollo

  • 1/2 gallina

  • 2 huesos de ternera (rodilla o caña)

  • 1 Espinazo de cerdo

  • 1 hueso de jamón

  • 1 trozo de morcillo

  • 1 puerro

  • 2 o 3 zanahorias

  • 2 o 3 ramas de apio

  • 1 nabo

  • 1/2 repollo

  • Hierbabuena (opcional)


Elaboración:


  1. Precalentar el horno a 200º arriba y abajo. En una fuente colocar todos los ingredientes, y meter en el horno durante 1 hora. No poner nada más, ni aceite, ni sal.


  2. Tras la hora de horneado, meter todos los ingredientes en la olla express, incluido el maravilloso caldo que han soltado los huesos durante el horneado. Además, yo le añado una pizca de sal y (muy poca porque luego si hace falta rectifico al final) y unas ramas de hierbabuena (puedes usar o no hierbas aromáticas, pero personalmente el toque de hierbabuena me encanta).



    Cubrimos todo con agua, hasta la marca de capacidad máxima de nuestra olla, y ponemos al fuego para que hierva. Cuando rompa a hervir, es muy pero que muy importante desespumar bien, ya que así eliminamos todas las impurezas que sueltan las carnes y huesos.


    Una vez hemos retirado las impurezas, cerramos la olla y dejamos cocinar durante 60 minutos (yo pongo la intensidad 2), pero si tienes tiempo ponlo a baja intensidad durante 120 minutos. Transcurrido el tiempo, apagamos el fuego y esperamos a que la válvula nos permita abrir la olla.


  3. Retiramos las verduras por un lado, y las carnes por otro. Tanto las verduras como las carnes, resérvalas para tomarlas junto al caldo o utilizarla en otras recetas. Es importante colar bien el caldo con un colador de malla fina.


    Lo ideal es esperar a que enfríe por completo, incluso dejarlo en la nevera de un día para otro, ya que así es muy sencillo retirar la grasa que se ha formado en la superficie.


    Verás que cuando el caldo está refrigerado adquiere una consistencia gelatinosa característica de un buen caldo de huesos.



 
 
 

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