Canutillos de cordero

Disponer de un paquete de pasta brick o de masa filo en la nevera siempre viene bien para improvisar algún aperitivo. Aunque ambas masas son muy similares, la primera no es tan frágil y es más elástica, siendo más sencilla de manejar. Con ambas puedes hacer desde saquitos, rollitos, samosas... y rellenarlas de lo que quieras.

En esta receta he utilizado pasta brick para hacer unos canutillos de cordero. Para ello he utilizado carne de cordero deshilachada que nos sobró de un asado que comimos el fin de semana. La he mezclado con cebollita muy pochada, unos champiñones y vino moscatel... ¡de escándalo!

Ya sabes, cuando te sobre un poco de carne de un asado (cordero, cochinillo...) o de un guiso (carrilleras, rabo de toro...) guárdala, para usarla en aperitivos como éste que te propongo. Tan solo la tienes que desmigar y mezclar con otros ingredientes para elaborar un relleno sabroso. En mi caso, preparé los canutillos para congelarlos ya hechos, y así tener siempre a mano un aperitivo riquísimo con el que sorprender.

Ingredientes:

• Restos de cordero asado

• 1 cebolla

• Champiñones

• 1/2 vaso de vino moscatel

• Masa brick

• Mantequilla / 1 huevo batido

Elaboración:

1. Deshilachar los restos de cordero asado. Podría servir también restos de otros asados como cochinillo, confit de pato, etc.

   

   
   

2. Cortar la cebolla en juliana fina, y pochar a fuego medio en AOVE. Salpimentar.

   

   
   

3. Mientras la cebolla se va pochando poco a poco, lavar y cortar los champiñones en trozos menudos. Cuando tengamos la cebolla en su punto, añadir los champiñones y rehogar hasta que suelten todo el agua.

   

   
   

4. Incorporar medio vaso de moscatel y dejar cocinar todo junto un par de minutos para que se evapore el alcohol. Añadir el cordero deshilachado e integrar con la cebolla y los champiñones.

   

   
   

5. Extender la masa brick y cortar en rectángulos de más o menos 12 x 5 cm. Rellenar cada rectángulo con la mezcla de cordero y enrollarlos en forma de canutillo. Un truco para que queden sellados, es pincelar con mantequilla derretida el borde.

   

   
   

6. Para servirlos bien crujientes, hay que barnizarlos con huevo batido, y hornearlos a 200º unos 10 minutos o hasta que estén dorados. También puedes congelarlos antes de hornearlos y así siempre tendrás listo un aperitivo de escándalo.