Crema de Chirivía

¡Día lluvioso, día de cuchareo! Y que mejor, que con una cremita calentita que reconforta hasta el alma. Es la primera vez que utilizo la chirivía, y tengo que decir que me ha sorprendido gratamente. ¿La conocéis?

La chirivía, también conocida como zanahoria blanca, es una hortaliza de raíz de temporada otoño-invierno. Da un sabor muy característico a sopas y cremas, aportando un punto de dulzor y a mi parecer, exótico, gracias a su delicado sabor con un toque picante y algo anisado.

En cuanto propiedades nutricionales, supera a las de la zanahoria, siendo muy rica en vitaminas del grupo B, C, E y K, y minerales (como el potasio, magnesio, sodio, fósforo, calcio, selenio y zinc). Además ayuda al tránsito intestinal por su aporte de fibra y ácidos grasos esenciales.

Como era la primera vez que la introducía en un plato, y no conocía bien ese sabor característico, he decidido combinarla con zanahoria y puerro para suavizarla. El resultado ha sido una crema suave y delicada pero con un sabor final sorprendente. En casa nos ha gustado mucho, y hasta Alejandrito que siempre empieza refunfuñando con las cremas, la ha devorado sin decir ni "mu".

Puede ser una buena para sorprender a los tuyos esta Navidad. Sírvela como primer plato, acompañada de una buena vieira a plancha. Plato sencillo y elegante.

Ingredientes:

• 400g chirivía

• 1 puerro

• 3 chalotas

• 4 zanahorias medianas

• 1 diente de ajo

• Avecrem de pollo

• Un chorrito de leche evaporada (opcional)

• Pimienta negra recién molida

• Laurel

Elaboración:

1.En una cazuela, pochamos en una nuez de mantequilla, el puerro, el ajo y la chalota, durante 5 minutos. Salpimentamos. Incorporamos la zanahoria y la chirivía cortadas en trozos y dejamos rehogar unos 10 minutos más.

2.Añadimos el avecrem desmenuzado, integramos bien con la verdura, e incorporamos el agua hasta cubrir y el laurel. Dejamos cocinar unos 20 - 30 minutos, o hasta que veamos que la verdura esté tierna. Probamos y rectificamos de sal y pimienta si hiciera falta.

3.Trituramos todo en un robot de cocina. Ya sabéis que siempre retiro caldo y voy incorporando a medida que voy triturando hasta obtener la textura que deseo. Al final he incorporado un chorrito de leche evaporada para suavizarla un poco, pero este paso es opcional.