Lasaña de Espinacas y Ricotta

¡Ya estamos a jueves! Aquí por casa empezamos con los resfriados típicos de la vuelta al cole, así que hoy subo una receta perfecta para combatir esos moquillos... una sabrosa Lasaña de Espinacas.

Las espinacas son el aliado perfecto para aliviar los síntomas de la gripe y el resfriado, gracias a su gran valor nutritivo. Están llenas de vitaminas A, B, C y E, antioxidantes naturales, que mejoran nuestras defensas. También son ricas en minerales como el hierro, magnesio y potasio. Perfectas para embarazadas por su buen aporte de ácido fólico. Son bajas en calorías y poseen una gran fuente de fibra que ayudan a regular nuestro tránsito intestinal.

Con esta receta, ya no hay escusa para no comer espinacas y ¡ser un auténtico Popeye!.

Ingredientes (4 personas):

• 800 g espinacas congeladas

• 2 dientes de ajo

• Sal y pimienta

• Una pizca de comino

• 2 cucharadas de queso ricotta

• Placas de lasaña (he utilizado las que no necesitan cocción)

• Queso rallado emmental y parmesano

• Bechamel:

  • 40 g mantequilla

  • 40 g harina

  • 500ml leche

  • Sal / Pimienta

  • Una pizca nuez moscada

Elaboración:

1. En una sartén, rehogar en un chorrito de aceite los dos dientes de ajo muy picados. Antes de que empiecen a coger color, añadir las espinacas directamente congeladas.

1. Cuando las espinacas estén en su punto, salpimentar y añadir el queso ricotta y una pizca de comino (es opcional, pero le da un sabor característico), e integrar bien con las espinacas.

1. Como tenía prisa, he hecho la bechamel con la Thermomix, usando las medidas indicadas y siguiendo los pasos de la receta básica del libro. Pero os voy a explicar el modo tradicional:

• En una olla derretimos la mantequilla. Una vez derretida, incorporamos la harina y rehogamos un par de minutos a fuego suave, sin parar de remover, para que la harina pierda el sabor a crudo.

• Incorporamos la leche (si es caliente salen menos grumos), y removemos sin parar a fuego medio, hasta que vaya cogiendo el espesor deseado. Salpimentamos y añadimos una pizca de nuez moscada.

1. Montamos la lasaña:

   - En una fuente de horno pincelamos la base con bechamel, y cubrimos con las placas de lasaña.

   

   - Ponemos el relleno. Como solo voy a poner una capa, la pongo un poco más gordita. Sobre el relleno pongo un poco de bechamel.

   

   
   

   - Cubrimos con placas de lasaña, e incorporamos la bechamel para que cubra toda la fuente. Espolvoreamos queso rallado emmental y poco de parmesano por encima.

1. Horneamos la lasaña a 200º hasta que el queso esté gratinado, y ¡lista para comer!.

   La puedes preparar con antelación y justo antes de comer, hornearla. Además, es perfecta para llevar a la oficina, ya que se recalienta muy bien en el microondas.